martes, 27 de octubre de 2015

Medalla de bronce para el equipo español de maratón en el Mundial de Daegu 2011


Cuatro años después de disputarse el campeonato del Mundo en Daegu (2011) ha llegado la noticia de que el equipo español de maratón formado por Chema Martínez, Pablo Villalobos y Rafa Iglesias obtiene la medalla de bronce por equipos (y cada uno de ellos adelanta un puesto individualmente) tras la descalificación del atleta marroquí Abderrahim Bouramdane por irregularidades en su pasaporte biológico.

Cada vez que salta una noticia así, siento rabia y tristeza por los atletas que han sido perjudicados, desposeídos del honor de recibir la medalla en su momento y  perjudicados económicamente, en este caso más aún, pues me toca de cerca.

La medalla de bronce al equipo español, es sin duda, premio al esfuerzo y al trabajo por el equipo. En Daegu, Pablo, Rafa y Chema se enfrentaron a condiciones durísimas. Las opciones en carrera pasaban por hacer un buen puesto por equipos, pese a que la federación española de Atletismo, no quiso llevar a ningún otro atleta como Jaume Leiva o José Carlos Hernández para reforzar el equipo (la clasificación por equipos se establece por suma de tiempos de los 3 primeros atletas de cada país, pudiendo participar hasta 5 atletas por selección).

Nuestros atletas lo dieron todo para acabar ese maratón pensando únicamente en la clasificación por equipos, la imagen de Pablo exhausto al cruzar la línea de meta es el claro ejemplo de ello. Los últimos kilómetros fueron para Pablo una auténtica agonia poniendo, incluso, en riesgo su salud, pues después de ese maratón tuvo otro brote de hipertiroidismo, que le obligó a colgar las zapatillas durante unos meses, por lo que tuvo que olvidarse de su gran sueño de ser olímpico en Londres 2012.


Ojalá les llegue algún día la medalla que no recibieron en aquel momento, premio al compañerismo y trabajo en y por el equipo dentro de un deporte individual.


martes, 20 de octubre de 2015

Zancadas de lucha contra el cáncer


Carlota Serrano un ejemplo de superación.




16 de junio 1986. 29 años (le diagnosticaron cáncer de mama con 28).

Empezó en el atletismo siendo una niña, con tan sólo 7 años, tras probar diferentes disciplinas como el heptatlón o la altura se especializó en una de las pruebas más exigentes del programa atlético como es la vuelta a la pista con 10 vallas por delante. En el 400m.vallas se mezclan la dureza por la acumulación del ácido láctico con la dificultad de mantener un buen ritmo que te permita pasar las vallas con solvencia. Carlota es una chica de retos, por eso compagina el atletismo con otros deportes como el duatlón y triatlón.

Carlota en el podium de un triatlón hace un mes
Carlota en el triatlón de la Casa de Campo. 2013

Su mayor éxito deportivo (hasta el momento) fue en el verano de 2013 cuando consiguió ser subcampeona de España de 400m.vallas en Alcobendas, un año después y en la misma pista, volvería a colgarse la medalla de plata, esta vez con el equipo de relevos 4x400 del A.D Marathon. Nadie podría imaginar que unos meses más tarde esta chica de amplia sonrisa estaría disputando la carrera más importante de su vida.

Subcampeona de España 400m.vallas 2013

Subcampeonas de España de 4x400 A.D.Marathon. 2014

Está claro que Carlota no se rinde ante los obstáculos, por eso cuando le diagnosticaron cáncer de mama, tras el shock inicial, tuvo claro que iba a luchar como lo hace en la pista. Durante la enfermedad no sólo se ha enfrentado a dolores físicos, quizás lo más duro para ella ha sido tener que posponer proyectos vitales como la maternidad, su mayor ilusión.

Durante todo este proceso, el deporte le ha servido de válvula de escape, a los pocos días de salir del hospital y aún con los puntos de la operación, participó en la carrera de la Mujer de Madrid, no pudo correrla, pero completó el recorrido caminando.

Carlota en la carrera de la mujer de Madrid 2015
Después de las sesiones de quimioterapia, se encuentra cansada pero saca fuerzas para ir a entrenar, aunque sólo sea para dar dos vueltas a la pista, correr le ayuda a recuperarse.

Transmite pasión por el atletismo, una pasión que se retroalimenta cuando está con los niños a los que entrena y es que como ella dice “mis niños me dan la vida”.

Carlota está a punto de vencer esta dura carrera, dispuesta a “atacar” la séptima valla ya en la recta de meta. No ha sido  fácil, pero rendirse nunca fue una opción.


¡Mucha suerte y gracias Carlota por dejarme contar tu historia, sin duda una muestra de coraje y valentia que espero sirva de motivación para otras muchas mujeres que están luchando contra la enfermedad!